Las URLs[1], usadas principalmente para las direcciones de sitios web, presentan uno de los problemas ortotipográficos más interesantes de la actualidad: pueden llegar a ser muy largas y no hay un solo espacio en ellas que permita su división entre una línea y otra si fuera necesario. Además, deben conservarse todos y cada uno de los caracteres tal como aparecen, sin quitar ni añadir ninguno.
La primera tendencia fue la de aplicar sin más las normas del texto ordinario: se divide después de un signo de puntuación, y de dividirse entre letras, se añade un guion al final de la línea, como si fuera una palabra más. Como es lógico, esta solución estaba lejos de ser satisfactoria, sobre todo por la adición de un guion que no quedaba claro si pertenecía a la URL o no (de hecho, la norma RFC 3986 establece que no se deben añadir guiones al partir una URL). Por desgracia, no es raro que se siga practicando este sistema.
En la actualidad se tiende a otras soluciones que tienen en cuenta el hecho de que una URL tiene cierta estructura interna y que permiten reconocer más fácilmente los signos de puntuación que no pertenecen a la frase donde está la URL, sino a la URL misma. No hay, sin embargo, acuerdo en el tratamiento de todos esos elementos, aunque sí hay ciertas tendencias claras:
://
es indivisible y se debe partir
después de él, de modo que quede al final de la línea./
también se parte después.Así, como los signos de puntuación del texto nunca quedan al comienzo de una línea, la presencia de uno en esa posición solo puede ser de una URL, lo que implica por fuerza que continúa (para fijar ideas, piénsese en un punto). Una regla similar se puede encontrar en la norma ISO 690:2010 sobre bibliografías (de forma un tanto sorprendente, pues no parece que sea el lugar apropiado).
En el manual de Oxford se incluye el porcentaje entre los signos que
quedan al final. No parece una norma muy lógica, pues forma un bloque
indivisible con los dos caracteres que siguen para representar otro
carácter (por ejemplo, %20
es un espacio).
En el manual de Chicago se incluyen los dos puntos y la arroba entre los signos que quedan al final. Sin duda, saben de lo que hablan, pues en las URLs estos dos caracteres tienen funciones especiales (delimitan el usuario, la contraseña y el puerto). Es más dudoso que tenga alguna utilidad considerar que son casos especiales.
Sin embargo, uno se pregunta: ¿un paréntesis de cerrar también va al comienzo de una línea? Puede que las reglas haya que pensarlas un poco más y establecer ciertas prioridades para la división, de modo que si hay varios signos agrupados se elige el punto con mayor prioridad:
/
).?
).&
, #
, dos puntos (:
) y arroba (@
); el grupo
://
se parte después.=
) y punto (.
).~/
se partirían después de la barra; grupos como ~.
entre los dos
signos, pues el punto tiene prioridad; grupos como =~
antes, pues el
igual tiene prioridad.) ] }
».%xx
(donde xx
son dos caracteres),
que es indivisible.El problema es que reglas así son complejas y por tanto solo son realmente aplicables si se pueden automatizar, salvo que se trate de una pocas direcciones. No obstante, puede ser un punto de partida para análisis posteriores en aplicaciones concretas.
Otro problema es delimitar las URLs de forma que quede claro donde terminan (su comienzo es siempre obvio). Aunque la división expuesta ya soluciona en parte este punto, en ocasiones puede ser necesario ser más explícitos.
Una de las normas de Internet (RFC 3986) sugiere que en
texto plano se delimite la URL con espacios, con comillas rectas o,
preferiblemente, lo que llama «corchetes angulares», que en realidad
son los signos de menor que (<
) y mayor que (>
). Hay una
lógica en esta propuesta: estos signos no son válidos en una URL, por
lo que no debe haber confusión alguna.
La propia norma es lo bastante cauta como para limitar este formato al texto plano. Extrapolarlo a textos tipográficos es problemático, pues no son signos apropiados para mantener una adecuada presentación ortotipográfica. En la práctica se usan otras soluciones, como el cambio de fuente (normalmente mecana o sin remates). Otra alternativa es emplear algún signo parecido pero mejor integrado tipográficamente, como las comillas angulares simples, que rara vez se usan (y de hecho, en una propuesta de una norma estaban prohibidas precisamente por su parecido con los «corchetes angulares»). También se ven los «corchetes angulares» con algún tratamiento tipográfico, como reducción de tamaño y desplazamiento hacia abajo.
De optarse por los espacios, que es otra de las posibilidades del estándar, el que sigue a la URL hay que ajustarlo según la fuente: puede ser un espacio ordinario, pero lo normal es que si le sigue un signo de puntuación sea algo mayor, para que se aprecie con claridad. El que precede a la URL es un espacio normal.
1. ^ La ese minúscula para formar el plural de la sigla URL es intencionada. Las Academias de la Lengua desaconsejan hacer este plural gráfico, pero no lo tachan de incorrecto y en textos técnicos suele ser necesario.
© 2000-2023 Javier Bezos • www.texnia.com • jbezos.github.io