En ortotipografía, los signos de puntuación no solo tienen los valores sintácticos y morfológicos de la ortografía, sino que en ocasiones tienen funciones gráficas y simbólicas. Como ejemplo de la función gráfica tenemos los puntos que separan los datos de una bibliografía; como ejemplo del valor simbólico están los dos puntos para expresar la operación de división.
Mientras que la ortografía de las Academias de la Lengua (RAE y Asale) explica para qué sirven desde el punto de vista lingüístico, los usos gráficos y simbólicos se basan en convenciones estilísticas y normas técnicas de diversos tipos.
En caso de que un signo de puntuación, o incluso un espacio, no tenga un valor sintáctico o prosódico, es legítimo prescindir de él si gráfica, simbólica o tipográficamente se establece una distinción lo suficientemente clara que permita seguir distinguiendo los componentes y se haga de forma coherente en un documento. De hecho, incluso puede ser recomendable, como ocurre actualmente en las siglas, en las que se suprime el punto que antaño se añadía sistemáticamente[1].
Los signos de puntuación se pueden dividir en tres categorías relacionadas con su comportamiento básico en ortotipografía. Algunos signos de puntuación pueden pertenecer a varias categorías; además, hay casos especiales, sobre todos en textos especializados.
Los signos de puntuación que expresan una pausa (coma, punto, punto y coma, dos puntos) se escriben pegados a lo que antecede y con un espacio después.
Se prescinde del punto y aparte en los párrafos o partes del texto que están visualmente aislados, tales como la mención de la autoría la pie de una cita, títulos y titulares, enumeraciones en forma de lista, dataciones, direcciones postales, rótulos, cuadros...:
En Managua, a 20 de enero del 2008
Fray Luis de LEÓN: La perfecta casada
1.3. La percepción
También se puede prescindir del punto y seguido tras un texto destacado gráfica o tipográficamente si funciona como titulillo de lo que sigue, especialmente si va seguido de un cuadratín o de medio cuadratín, como en los lemas de los diccionarios o la identificación de las ilustraciones o los cuadros:
Figura 3 Crecimiento de la población
Se prescinde del punto abreviativo en las siglas; en general, se puede prescindir de él en las abreviaturas cuando en un determinado contexto (diccionarios, obras técnicas, titulares periodísticos) la adición del punto puede interferir en la identificación de los datos, sobre todo si ya tienen otro tipo de destacado, como la mayúscula o la cursiva:
axilar adj (Anat o lit) De (la) axila.
El signo de los puntos suspensivos también es de pausa, aunque puede ir seguido de otro signo de pausa, sin separación:
Esto..., bueno..., me lo comí.
En los signos signos dobles, uno sirve de apertura y otro de cierre, y tienen como función básica delimitar parte de un texto, que puede ir desde una palabra a períodos completos e incluso varios párrafos. Los tres cometidos básicos de los signos dobles son los siguientes:
Solo en los pares de rayas el signo de abrir es igual que el de cerrar. Debería evitarse repetir el mismo signo para abrir y cerrar comillas, y en particular las llamadas comillas rectas (”), heredadas de la dactilografía.
No se debe suprimir ningún signo de cerrar, aunque coincida con un punto al final de un párrafo. Los de abrir pueden ir al comienzo de un párrafo o período; se exceptúa la raya, que al comienzo de un párrafo indica un diálogo, con un tratamiento ortotipográfico distintivo.
Van siempre pegados al texto que delimitan, por lo que no debe haber un espacio entre el signo de apertura y la palabra que le sigue, ni entre la última palabra y el signo de cierre.
texto (inciso) texto
texto —inciso— texto
Tampoco debe quedar un signo de apertura al final de un renglón o uno de cierre al principio (este regla también se aplica a las rayas).
Si un párrafo o un período comienza con paréntesis, corchete o llave, su cierre ha de coincidir con el final de un período, por lo que en este caso concreto el signo correspondiente (punto o, a veces, dos puntos) debería ir antes[2].
Los signos de apertura pueden ir precedidos de un espacio o de otro signo de abrir. Cuando los signos de cierre van seguidos de otro signo de cerrar o de un signo de puntuación de pausa no debe dejarse un espacio entre ellos, mientras que si les sigue una palabra ha de dejarse un espacio. Sin embargo, los paréntesis y los corchetes pueden ir pegados por el exterior cuando se completa una palabra:
kilo(gramo)
En nomenclatura y notaciones especializadas, el espaciado de los signos dobles se rige por su propias reglas y hay otros adicionales:
Repito: *no* quiero que digas _me se olvidó_, que suena feo.
En algunos casos, los signos de cierre pueden aparecer aislados, es decir, sin un signo de apertura correspondiente; por ejemplo: la exclamación o la interrogación entre paréntesis para indicar extrañeza o sorpresa de lo que antecede, la comilla para repetir el dato que está sobre ella (en cuadros) o el paréntesis para separar una marca de una enumeración.
3) Se fríe durante 30 minutos (!).
El guión y la barra pueden conectar palabras o grupos de palabras. En ambos casos se escriben pegados a las palabras o expresiones que conectan:
partido Real Madrid-Barcelona
tren Ciudad Real-San Sebastián
En ocasiones, pueden quedar al final de una palabra o de una abreviatura:
Se harán descuentos en casos de pre- o recontratación de servicios. Se aplicará una retencion s/ factura.
La barra, al indicar opciones, aparece a veces con un espacio antes y otro después. Es preferible no añadir espacios, pero de hacerse, deben ir en ambos lados y no solo en uno de ellos:
dispositivo de entrada/salida
la alternancia entre tanto/entretanto
cuesta 15 céntimos c/u
Otros signos como el punto, los dos puntos, la coma, la subraya... pueden funcionar como conectores en contextos específicos para unir datos que forman una unidad conceptual, como en fechas y horas, nomenclatura química, referencias bibliográficas, direcciones electrónicas, llamadas de nota... En estos casos, a menudo no hay espacios ni antes ni después del signo, según las convenciones propias de cada caso.
El apóstrofo, cuando une palabras o partes de palabras por haberse elidido parte, funciona como conector:
c’est la vie
Tira pa’lante
En las direcciones de Internet se recomienda partir líneas después de la combinación :// o un signo de cerrar, o antes de cualquier otro signo, como %, :, ., – o (. Se debe evitar dividir entre letras, y en caso de ser necesario, no se debe añadir un guión al final de un reglón para indicar que se ha dividido la dirección. Para más información, véase en este sitio Ortotipografía de las URLs.
Unos pocos signos indican un límite o frontera, como la pleca, la doble pleca la y barra entre versos, estrofas, líneas, párrafos, páginas... cuando se reproducen de corrido en un párrafo. También pueden separar definiciones en los diccionarios. Como separadores, estos signos se escriben a menudo con medio cuadratín antes y otro después:
Ínsula / de bravura, / dorada / por exceso / de oscuridad.
Los separadores pueden ser elementos complejos, como números de página encorchetados:
... un tiempo determinados, pero ha- [56] blando con perspectiva...
1. ^ Las Academias se resisten todavía a suprimir ese punto en abreviaciones como JJ. OO., pero me parece recomendable, por economía ortotipográfica y claridad, prescindir de él también aquí, y no estancarse en reglas ortotipográficas arcaizantes.
2. ^ Esta es la práctica tradicional en español y en las lenguas de nuestro entorno, y me sigue pareciendo lo más coherente y aconsejable. Recientemente las Academias de la Lengua han adoptado el criterio opuesto, sin explicación. Desaconsejo seguir la recomendación académica.
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